Tratamiento
El tratamiento de la cistitis bacteriana se basará en el urocultivo y más precisamente en el antibiograma que determinara que antibióticos son eficaces para eliminar la bacteria.
No es conveniente automedicarse sin haber realizado el urocultivo y una vez indicado un antibiótico debe usarse por el tiempo aconsejado, de lo contrario el tratamiento puede ser insuficiente o inducir resistencia en las bacterias.
Ante el cuadro agudo, recoja el urocultivo y luego comience con el antibiótico porque los síntomas suelen ser muy intensos y no permiten realizar ninguna actividad, incluso alteran las horas de sueño, por la necesidad de levantarse a orinar con más frecuencia.
También algunos calmantes suelen ser necesarios al comienzo del cuadro por el intenso dolor.
Prevención
Es posible prevenir muchas cistitis tomando algunas medidas que ayudan a evitarlas:
- Tomar abundante líquido, al menos 2 litros por día para evitar que la orina se concentre.
- Orinar cuando se siente el deseo y no retrasarlo.
- Tomarse el tiempo necesario para orinar correctamente vaciando el contenido de la vejiga, si tiene dudas al respecto puede verificarlo a través de una ecografía que mida el residuo vesical.
- Al higienizar la zona genital hágalo siempre de adelante hacia atrás, para no arrastrar bacterias del ano a la uretra.
- Trate de eliminar el bidet (ducha vaginal) que facilita el arrastre de gérmenes desde el ano a la uretra.
- No se lave excesivamente la zona genital porque arrastra la flora vaginal que cumple un importante rol de protección y cuando lo haga use jabones neutros y sin perfume.
- Cuide de no estar estreñida porque de lo contrario facilita la existencia de infecciones en la orina.
- Consuma arándano rojo.
- Evite consumir en exceso café, picantes, alcohol y cítricos.
Vacuna oral
Existe una vacuna oral para la prevención de las cistitis bacterianas recurrentes o a repetición. Es una profilaxis inmunoactiva que es utilizada para reforzar el sistema inmune. Está recomendada actualmente por las guías de la Asociación Europea de Urología para el manejo de la cistitis recurrente. Es una vacuna segura, sin efectos adversos de importancia, solo los comparables al placebo, posee aval internacional, más de un millón de pacientes han sido tratados.
Arándano y cistitis
Los productos de arándano no son útiles para tratar la cistitis, pero si para prevenirlas porque su efecto es impedir que las bacterias se adhieran a la mucosa de la vejiga.
Existen varios tipos de arándanos: Blue Berry (arándano azul) Bill Berry (arándano negro) y Cranberry (arándano rojo).
El cranberry es el único arándano que en las pruebas clínicas más exigentes ha demostrado prevenir y controlar las infecciones urinarias bajas (de la vejiga, de la uretra) crónicas a repetición y resistentes a los antibióticos.
El cranberry inhibe la adhesión de las diferentes cepas de la bacteria escherichia coli (E.Coli) a la mucosa (túnica interna) de la vejiga. Solo las proantocianidinas (PACS) tipo A que son las del cranberry tienen esta propiedad.
A pesar de que no hay demasiados estudios clínicos sobre este tema, existe evidencia que sugiere que el cranberry es útil para reducir el índice de infecciones urinarias bajas.
Si se puede consumir pulpa de arándano sería ideal, pero no jugos porque hay que tomar mucha cantidad para que sea efectivo. Hay disponibles capsulas de arándano, casi todas asociadas a vitamina c. Ojo no pueden tomar arándano personas que toman anticoagulantes a base de warfarinas porque interacciona con ellas.
Cistitis y relaciones sexuales.
Es bastante frecuente que algunas mujeres comiencen a presentar cistitis, generalmente bacterianas, cuando inician su vida sexual. Esto se conocía antes como la cistitis de la luna de miel. Para tratar de revertir esta situación se aconseja: orinar antes y después del coito y ser muy cuidadosa al higienizarse tratando de evitar el bidet.
Si a pesar de esto, los cuadros de cistitis continúan, se aconseja tomar un comprimido de un antibiótico indicado por el urólogo luego de cada relación.
Otro factor que suele contribuir a esta cistitis, es que la mujer al iniciar su vida sexual, suele comenzar a consumir anticonceptivos y estos producen cambios a nivel de la mucosa de la vejiga, que la hacen más propicia a las infecciones.
Por otro lado si una mujer padece infección urinaria, puede mantener relaciones porque no contagiara a su pareja. Pero es posible que sienta molestias en la vejiga durante el coito.
Tampoco el hombre si presenta infección urinaria la trasmitirá, lo que si ocurre con los gérmenes de transmisión sexual como la Chlamydia, el Ureaplasma y el Micoplasma.